El “e-Zoo” en la campaña de las municipales

Desde hace algún tiempo se viene hablando, en algunos sectores animalistas, de la idea de un “zoológico virtual”. Esta idea se ha concretado en forma de proyecto para la ciudad de Barcelona, con la denominación de “e-Zoo” El proyecto viene avalado y defendido por Leonardo Anselmi, de la organización Libera! http://vimeo.com/23646222

Su espectacular lanzamiento se ha hecho coincidir con la noticia de que Jordi Portabella, aspirante a la alcaldía por la coalición Unitat per Barcelona (UxB), ha hecho suyo el proyecto incluyéndolo en su programa electoral[1], tal vez a cambio del apoyo explícito a su candidatura manifestado por Anselmi[2].

No hay duda que el movimiento animalista está de enhorabuena por este proyecto y sobre todo porque sea una vez más Barcelona quién indique el camino a seguir. La propuesta es de una enorme importancia y está llamada a tener consecuencias significativas en el debate sobre el futuro de los “parques zoológicos”.

Las expectativas para el ámbito educativo son de gran calado. Como expone el propio Anselmi: en los actuales zoos “te encuentras un cartel en el que dice que son animales herbívoros, que comen durante 80% del tiempo que están despiertos, que viven en grupos de 50 a 70 individuos, y que caminan 30 kilómetros al día. A pocos metros de ti te encuentras con un elefante solo, sin comida y recluido en un espacio de tan sólo 600 metros cuadrados. .. Más bien poco Imagínate un zoo diferente, virtual, con una pantalla circular la que proyecta imágenes en 360 grados. En el espacio virtual de los elefantes decenas de ellos (de tamaño natural) caminan a tu lado. Te acercas y tocas. El sistema interactivo despliega un menú en el que, por ejemplo, tú puedes elegir "sistema digestivo" y acto seguido el elefante se vuelve transparente y ves como digiere una manzana desde el momento que lo coge con su trompa hasta que el expulsa. Además, si te gusta o necesitas esta información, el sistema le enviará a tu e-mail personal, o bien la podrás descargar en USB a la salida del zoo o bien ya la tendrás añadida a tu espacio de la red social eZOO, a la que tienes derecho a formar parte de forma gratuita pagando una entrada al zoo[3]

Pero el esperanzador y merecido apoyo que el bien articulado proyecto está suscitando en el movimiento animalista y más particularmente en el ámbito de la educación animalista, no está libre de ciertos temores. Debemos estar alerta[4] , en efecto.

Nos llaman poderosamente la atención las palabras de Portabella prometiendo mantener, aunque reconvertido, el actual zoo “real” (“su” zoo, pues no olvidemos que Portabella fue antaño su director…): “el 'e-zoo' no pretende sustituir el actual parque zoológico de Barcelona, sino que el nuevo serviría para poder apreciar reproducciones fidedignas de animales exóticos en su ecosistema propio mientras que el zoo actual existente debería evolucionar y centrarse en las especies autóctonas, 70 de las cuales están en peligro de extinción[5] Nos preguntamos si esas especies “autóctonas” (¿?), por el hecho de vivir en las proximidades de un zoo han incurrido en algún delito para que sigan siendo capturadas, encerradas y exhibidas. Quizás detrás de esa propuesta de Portabella se encuentre el pragmatismo político, el temor a perder votos si se habla claramente de cerrar el actual zoo de Barcelona.

Pero las declaraciones de Anselmi tampoco están exentas de cierta ambigüedad, pragmatismo y sano realismo. Habla de sustitución paulatina de animales reales por virtuales, proponiendo “cambiar los animales que se mueren por lo que llamaríamos "jaulas virtuales", y que sus recintos actuales no se utilicen para poner otros animales. Es una reconversión poco a poco.[6]. Pero hace también un llamamiento al realismo: “La mayoría de las personas que se oponen a los zoos lo hacen por razones éticas, de compasión, de empatía con los animales. Y todos están de acuerdo en el eslogan “los zoos deben cerrar”. Bien, nosotros también estamos de acuerdo, pero la pregunta es cómo cerrar un zoo sin ocasionar padecimientos a los animales y pérdidas económicas y de ocupación...Los eslóganes son muy motivadores, pero no son suficientes para cambiar las cosas. Para crear el cambio se ha de saber qué problemas te encontrarás[7]

Y ciertamente no es fácil cerrar un zoo: ni de un día para otro, ni poco a poco. Nos llama la atención que Anselmi entre, llevado por un sano realismo, en cálculos económicos: los zoos no pueden “cerrar poco a poco, porque…cuando comienza a disminuir su colección de animales, el público cae en picado y comienza una espiral económica en caída, una sinergia entre menos animales, menos dinero, menos dinero peor situación de los animales…” Sin duda Anselmi sabe de lo habla y cualquiera que esté al tanto del tema comprenderá sus temores. Pero esa problemática está presente con y sin “e-Zoo”. Desde luego que las reservas y refugios actualmente existentes son insuficientes. La alternativa de reconvertir el zoo en “centros de recuperación de especies amenazadas” (cría en cautividad y reintroducción en el hábitat) es cerrar el zoo como tal, es decir como colección de animales cautivos para ser exhibidos.

Antes de que esto llegue a mayores y la euforia nos impida ver los problemas en su justa dimensión, es necesario reflexionar seriamente sobre el peligro real: que el “e-Zoo”, la “revolucionaria evolución” que propone, se convierta en una ampliación más del ya repleto mercado de espectáculos cientifistas y no en una alternativa de las actuales ofertas de animales cautivos.

No sería la primera vez que una propuesta revolucionaria de un movimiento social alternativo sea recuperado ad majoren gloria del sistema. Que no tengamos que clamar pasado unos años: “Companys, no és això”

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